Ayer la ANEF estuvo en paro, como lo estuvo la semana pasada. Han estado negociando con el gobierno durante cerca de un mes y no han llegado a acuerdo. Obviamente que el 4,2 por ciento de reajuste que se les ofreció no es una buena cifra (considerando la inflación proyectada de 3% para 2011), y es por eso que han estado movilizándose. Ni hablar del 3,7 con que el ministro de hacienda llegó al congreso la semana pasada, simplemente impresentable.
Creo que todos sabemos que la labor de la mayoría de los trabajadores del sector público es abnegada pero tremendamente cuestionada, y por eso entendemos que el paro es una medida de presión que no le gusta a mucha gente, pero que es necesaria y respetada para que ellos puedan presionar al gobierno y así lograr reivindicar sus peticiones. Es justo que luchen por sus compañeros despedidos, es más, les apoyo en eso, sin embargo no creo que todas las reparticiones públicas deban unirse al paro.
Francamente me parece casi inmoral el paro del servicio médico legal. No creo que sea digno que a la gente que está esperando por la entrega de un ser querido, porque no es un cuerpo para ellos, se les suspenda el servicio como si fueran a tramitar un papel de antecedentes, muchachos ustedes no trabajan en el registro civil o el INP, dónde ustedes trabajan tiene que ver con lo más íntimo y ancestral del ser humano. Tiene que ver con el respeto a nuestro muertos, a quienes nos acaban de dejar para no volver nunca más. Ustedes luchan por la dignidad de los empleados públicos, no les quiten la dignidad a esas familias.
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