Artista Marcial. Coach. Militante del PRO. Escritor. Actor. Opinante. Mecánico aficionado. Twittero (@gonzaloegas).... y todo lo que quiera ser!!!
viernes, 12 de agosto de 2011
Recambio. Reforma. Revolución.
Desde mi humilde opinión, la cual sin duda puede ser desechada por quien lea esto, ya que no pretendo convencer a nadie, la política chilena necesita tres grandes cambios.
El primero dice relación con un Recambio de la clase política. Y me refiero a las personas que hoy en día están incrustadas en las cúpulas de poder, tanto del Estado como de los partidos políticos. Todos sabemos quienes son los responsables del estado actual de la educación en Chile, que no es más que otra manifestación de las grandes desigualdades que existen en nuestro país, y es tiempo que ellos y ellas se hagan a un lado para que entre el Recambio. Si seguimos desprestigiando a la política como actividad, solo lograremos que los jóvenes jamás estén interesados en participar, ya que se sienten absolutamente desilusionados y desesperanzados, porque hasta ahora no se les ha escuchado ni tomados en cuenta de manera real. Propongo darles las gracias a los políticos de ayer por todo lo que han hecho, sin dejar de reconocer los grandes aportes que muchos de ellos han llevado a cabo, pero creo que es hora de invitarlos a descansar, a que sean espectadores privilegiados de lo que será, y que pudo ser hecho por ellos, pero no se atrevieron. Gracias, pero debe haber un cambio en el equipo.
Una vez hecho el Recambio de la clase política, viene la Reforma estructural al sistema político. Desde adentro se deben modificar las maneras de hacer la cosas, de cara a la gente, con participación real y oportuna de la gente, y no sólo a través de ésta democracia representativa que en muchos casos no es tal. Basta de un sistema binominal que sólo asegura que el poder se mantenga entre dos grandes coaliciones, eliminando casi de manera absoluta la participación parlamentaria de otros actores. Basta de parlamentarios de reemplazo designados por los partidos. No mas designaciones de intendentes y gobernadores desde el poder central. Queremos concejos regionales representativos y ojalá también elegidos por cada región. Queremos mayor participación ciudadana en las comunas, para que los vecinos no sean meros espectadores de las decisiones tomadas por los consejos comunales. Propongamos un máximo de reelección para los cargos de alcaldes y concejales, y que dicho máximo no sea de un cuarto de siglo.
Luego llega el momento de darse cuenta que lo único que nos hará ser un país más justo, es ser capaces de entender que todos tenemos los mismos derechos. Una Revolución Progresista comprende que eso es así. El matrimonio es un derecho de todos, y no solo de heterosexuales. Lo mismo ocurre con la educación, la salud, la seguridad, la cual no es igualmente defendida en todos lados. Comprender que el derecho a la vida es siempre más importante que el derecho a la propiedad. No puede ser que en este país muchas veces se persiga más a ladrones que a quienes atentan contra la integridad y vida de las personas. Se debe regular de una vez por todas el aborto en Chile, y no hacernos cargo de ideologías y creencias religiosas que no todos profesan. Luchar contra la privatización de bienes estratégicos como el agua ya que es propiedad de todos. Hasta cuándo vamos a seguir escuchando frases como "es que siempre ha sido así". Rebelarse antes eso. Si siempre fue así ahora dejará de serlo. Basta de creer que la única manera de hacer las cosas es como se han hecho hasta ahora, ya que eso sólo nos entrampa en un estado sin posibilidad de evolución como sociedad. Es deber nuestro estar atento a los derechos y deberes que con el paso del tiempo las personas van adquiriendo. Lo que ahora nos parece adecuado y vanguardista no tiene porque serlo en diez años más, quizás mañana mismo ya sea anticuado y retrogrado. Fuera el miedo al cambio y la evolución, porque el hecho de que algunos empiecen a ser considerados ante la ley como iguales, sólo nos hace más dignos a todos. Debemos reivindicar los derechos de los pueblos originarios, dejando de lado los típicos prejuicios existentes. Ante la ley todos somos iguales, pero también debemos tomar en consideración que siempre hay minorías que pueden ser discriminadas positivamente.
Es hora de empezar a distribuir la riqueza de una manera más justa, ya que esa es la base de la desigualdad en nuestro país. Quien tiene más dinero se educa, alimenta, entretiene y desarrolla de mejor manera que quien no lo tiene, y de la salud ni hablar. Es hora que creamos y exijamos que las leyes y las políticas públicas deben ser hechas considerando a la gente, y no pensando sólo en algunos grupos en los que se concentra la riqueza. Seamos capaces de despertar y admitamos que la educación sí puede ser gratuita, que la salud sí puede mejorar en lo que se refiere a lo público, que no es necesario que muera gente de frío en Chile ni mucho menos esperando en una sala de hospital. Sí, se puede llevar a cabo una reforma tributaria, pero depende de quienes han sido elegidos para dirigir nuestro país. No permitamos que siempre se nos hable de ingreso per cápita o de producto interno bruto para decir que estamos en buen camino, Chile no está bien por el simple hecho de tener una economía estable y creciente, ya que estable no habla de igualdad, solo habla de que siempre son los mismos los que se llevan la mayor parte de la riqueza, eso más que estable, es una constante. Deje de creer que estamos de la mejor manera posible que podríamos estar, porque es no es así. Podemos mejorar pero debemos empezar por hacernos responsables como sociedad, no permitir que las mujeres tengan planes de Isapres más caros que los de un hombre, eso es absurdo, acaso no todos nacemos de una de ellas. Esos costos debemos asumirlos como sociedad en su conjunto y no solo endosarlo a la mujer. Cómo puede ser que el tema del postnatal sea solo visualizado como una lucha femenina, acaso no somos todos responsables de nuestros hijos. Los problemas de los demás chilenos también son nuestros problemas, dejemos de actuar y reaccionar sólo cuando pasan por delante de nosotros, entendamos que sí es justo luchar por la reivindicación de derechos, pero no lo es cuando quieres impedir que alguien los obtenga.
Nosotros debemos hacernos cargo de lo que pasa en nuestro país, que es de todos y no de unos pocos, y entender de una vez por todas que hay que meterse en el sistema político para poder cambiarlos desde adentro. Chile necesita jóvenes manejando los destinos del país, ya que a los antiguos líderes no les podemos pedir más, son el fruto de una sociedad dividida y no son capaces de logar el cambio que necesitamos.
Yo quiero una sociedad mas justa, inclusiva, respetuosa y tolerante, pero por sobre todas las cosas, quiero una sociedad más humana.
Quiero Recambio, Reforma y Revolución.
miércoles, 20 de julio de 2011
Identidad.
Ayer hemos presentado cerca de 15.000 firmas ante el Servel, para legalizar el Partido Progresista en la Región Metropolitana. Ese gesto yo lo comparo con el nacimiento de un niño, que a partir de ahora empieza a forjar sus características propias que lo diferenciarán de los demás. Todo lo que hagamos en este tiempo que esta por venir nos va a marcar de manera permanente. Empezaremos a crecer y con eso iremos desarrollando una manera de hablar (discurso) y de movernos (acciones), también aprenderemos a relacionarnos con el medio, y dependiendo de las experiencias que nosotros mismos vayamos generando y viviendo, será como la ciudadanía nos reconocerá. Dejamos de ser un potencial proyecto, ahora somos una realidad, una alternativa, y por qué no decirlo, quizás la única que representa a mucha gente.
Debemos cuidarnos de generar nuestra propia identidad, no permitir que se nos apunte a nosotros como se hace con los demás partidos políticos, porque a nuestro favor tenemos por lo menos una cosa, que es el derecho a ser escuchados. Es deber nuestro ayudar a reivindicar la clase política chilena, ya que como en todos los ámbitos del quehacer nacional, la mayoría de las personas son gente de bien. Formar parte del permanente descrédito que existe hacia la política, solo sirve para alejar más a la gente y que ésta no participe, permitiendo que se siga manejando nuestro país entre los dos conglomerados de antaño. Esto no significa desconocer el mal manejo y la poca representatividad que tienen quienes dirigen y han dirigido el país los últimos años, cosa que no cabe duda que es así, sin embargo, eso no es un problema de la política si no de quienes están en ella. Falta recambio e ideas novedosas, pero por sobre todo acciones nuevas. Todos consideran que la educación chilena debe reformularse, sin embargo nadie se atreve a llevarlo a cabo.
Espero que el Partido Progresista de Chile, del cual soy un orgulloso militante, pueda convocar la mayor cantidad de chilenas y chilenos posibles, para que ellos y ellas le vayan dando una identidad propia, llena de sueños e ilusiones, que además de crecer esté en permanente evolución, y teniendo en cuenta que toda mayoría está formada por varías minorías, así como nuestro propio país.
Debemos cuidarnos de generar nuestra propia identidad, no permitir que se nos apunte a nosotros como se hace con los demás partidos políticos, porque a nuestro favor tenemos por lo menos una cosa, que es el derecho a ser escuchados. Es deber nuestro ayudar a reivindicar la clase política chilena, ya que como en todos los ámbitos del quehacer nacional, la mayoría de las personas son gente de bien. Formar parte del permanente descrédito que existe hacia la política, solo sirve para alejar más a la gente y que ésta no participe, permitiendo que se siga manejando nuestro país entre los dos conglomerados de antaño. Esto no significa desconocer el mal manejo y la poca representatividad que tienen quienes dirigen y han dirigido el país los últimos años, cosa que no cabe duda que es así, sin embargo, eso no es un problema de la política si no de quienes están en ella. Falta recambio e ideas novedosas, pero por sobre todo acciones nuevas. Todos consideran que la educación chilena debe reformularse, sin embargo nadie se atreve a llevarlo a cabo.
Espero que el Partido Progresista de Chile, del cual soy un orgulloso militante, pueda convocar la mayor cantidad de chilenas y chilenos posibles, para que ellos y ellas le vayan dando una identidad propia, llena de sueños e ilusiones, que además de crecer esté en permanente evolución, y teniendo en cuenta que toda mayoría está formada por varías minorías, así como nuestro propio país.
martes, 21 de junio de 2011
Monitoreo.
A mi el monitoréo no me molesta, es más, me gusta. Todos sabemos que estamos monitoreados en todos lados. Cada vez que nos metemos a internet o cuando hacemos una compra electrónica, también sucede cuando pasamos un peaje o usamos la huella digital para identificarnos en alguna Isapre. Ni hablar de la cantidad de cámaras que hay por toda la ciudad, tanto en la vía pública como en la propiedad privada. Sin embargo todos los métodos antes mencionados solo arrojan hábitos de consumo, o simplemente te graban como si fueras un potencial delincuente. Dada la lógica paranoica de muchas personas, no me resulta extraño que lo del monitoréo de las redes sociales se lleve a cabo. Es más, desde que existen se hace, y mucho antes también, y habría que ser ingenuo para pensar que esto nació recién la semana pasada.
Por mi parte prefiero que monitoreen lo que escribo y pienso, a que solamente se interesen en lo que compro o por donde me muevo, prefiero que estén encima mío en busca de ideas o de riesgos para el sistema establecido, y no simplemente por dinero.
Creo que lo del monitoréo puede ser hasta una oportunidad. Cuando se crea una tendencia en Twitter o Facebook, aparece en la prensa y se habla sobre eso, hemos vivido muchos casos, por lo tanto es una manera de movilizarse, de dar a conocer nuestra opinión y la de muchas más personas que piensan en la mayoría de los casos, de manera distinta a quienes manejan el poder.
Ojalá que sigan monitoreando, para que así puedan quizás escucharnos y saber que hoy en día también podemos movilizarnos virtualmente.
La gente tiene muchas cosas que decir, y si no las quieren escuchar, LÉANLAS !!!
Por mi parte prefiero que monitoreen lo que escribo y pienso, a que solamente se interesen en lo que compro o por donde me muevo, prefiero que estén encima mío en busca de ideas o de riesgos para el sistema establecido, y no simplemente por dinero.
Creo que lo del monitoréo puede ser hasta una oportunidad. Cuando se crea una tendencia en Twitter o Facebook, aparece en la prensa y se habla sobre eso, hemos vivido muchos casos, por lo tanto es una manera de movilizarse, de dar a conocer nuestra opinión y la de muchas más personas que piensan en la mayoría de los casos, de manera distinta a quienes manejan el poder.
Ojalá que sigan monitoreando, para que así puedan quizás escucharnos y saber que hoy en día también podemos movilizarnos virtualmente.
La gente tiene muchas cosas que decir, y si no las quieren escuchar, LÉANLAS !!!
martes, 22 de marzo de 2011
Intervención en Libia
En general cuando hablan los políticos sobre los problemas que aquejan a nuestro país, solemos escuchar ejemplos provenientes de experiencias de otras latitudes. Es entendible, ya que obviamente es mucho más fácil imitar, adecuando previamente, que empezar de cero, y así ahorrar tiempo y recursos pero sobre todo ahorrando errores, que muchas veces logran detener los procesos de cambios. Así copiamos, adecuamos e implementamos.
En general cuando hablamos de libertades y derechos civiles ponemos los ojos en países más desarrollados y generalmente escuchamos hablar de Francia, Inglaterra, Estados Unidos de Norteamérica, Suecia, Suiza etc. De cómo lo hicieron en materia de educación, de matrimonio homosexual, aborto, integración social, no discriminación. En general se mira a esos países como hacia donde debemos ir, porque reconocemos que tienen una calidad de vida mejor que la nuestra. Sin embargo cuando pasan cosas como las que están pasando ahora en Libia, no me queda tan claro que debamos ir hacia allá.
Si la intervención que se está llevando a cabo en Libia es con fines humanitarios, y que busca proteger a la población civil de los abusos de su gobierno, acaso la forma de hacerlo es tirando bombas? Si están de acuerdo en que se están asesinando civiles indefensos, y que la ONU no puede permitir eso, por qué no ser más selectivos, si al fin y al cabo de todas maneras están matando gente con la intervención. Por qué no ir directamente sobre el responsable? Si pueden bombardear, por qué mejor no evitar eso e ir por quien produce el daño?
No entiendo la lógica de los países que llevan a cabo esta intervención. Dicen que no quieren ir por Ghadaffi porque eso no corresponde !!! Acaso quieren lograr desarmar a los militares para poder estabilizar el precio del petroleo, y luego de varios años vendiéndoles armas, que ellos compran con los mismos dólares que recibieron a cambio del petroleo, volver a lo mismo. Acaso al bombardear la infraestructura militar de un país no estás interviniendo en sus asuntos internos?
Cuál es la idea? desarmar a Gadaffi y que siga a cargo del gobierno de Libia?
No apoyo ni una dictadura, ni una, pero tampoco apoyo intervenciones extranjeras disfrazadas de humanitarias. Yo por lo menos eso no me lo trago, y ustedes?
En general cuando hablamos de libertades y derechos civiles ponemos los ojos en países más desarrollados y generalmente escuchamos hablar de Francia, Inglaterra, Estados Unidos de Norteamérica, Suecia, Suiza etc. De cómo lo hicieron en materia de educación, de matrimonio homosexual, aborto, integración social, no discriminación. En general se mira a esos países como hacia donde debemos ir, porque reconocemos que tienen una calidad de vida mejor que la nuestra. Sin embargo cuando pasan cosas como las que están pasando ahora en Libia, no me queda tan claro que debamos ir hacia allá.
Si la intervención que se está llevando a cabo en Libia es con fines humanitarios, y que busca proteger a la población civil de los abusos de su gobierno, acaso la forma de hacerlo es tirando bombas? Si están de acuerdo en que se están asesinando civiles indefensos, y que la ONU no puede permitir eso, por qué no ser más selectivos, si al fin y al cabo de todas maneras están matando gente con la intervención. Por qué no ir directamente sobre el responsable? Si pueden bombardear, por qué mejor no evitar eso e ir por quien produce el daño?
No entiendo la lógica de los países que llevan a cabo esta intervención. Dicen que no quieren ir por Ghadaffi porque eso no corresponde !!! Acaso quieren lograr desarmar a los militares para poder estabilizar el precio del petroleo, y luego de varios años vendiéndoles armas, que ellos compran con los mismos dólares que recibieron a cambio del petroleo, volver a lo mismo. Acaso al bombardear la infraestructura militar de un país no estás interviniendo en sus asuntos internos?
Cuál es la idea? desarmar a Gadaffi y que siga a cargo del gobierno de Libia?
No apoyo ni una dictadura, ni una, pero tampoco apoyo intervenciones extranjeras disfrazadas de humanitarias. Yo por lo menos eso no me lo trago, y ustedes?
viernes, 21 de enero de 2011
Gonzalo Egas
Durante esta semana he aparecido en dos programas de farándula, pero en relación a algo absolutamente distinto a eso, me han mencionado en política.
En primer lugar quiero aclarar que no es mi intención molestar a nadie ni mucho menos ofenderlos, sin embargo les comunico que sí, me gusta mucho lo nuevo que estoy haciendo, y no voy a dejar de hacerlo solo porque a la gente le parezca que está mal. Tengo claro que en mi vida he cometido errores, de los cuales me arrepiento, pero también sé que esos errores se pagan una sola vez. No me voy a echar a morir, cosa que ya hice por mucho tiempo, porque me di cuenta que tengo derecho como todos ustedes a poder seguir adelante.
Algo que es fundamental en la vida de un ser humano es el poder de reflexión, cosa que creo que muchos de los opinantes no tienen, y esa capacidad en mi vida ha tomado cada día un espacio más importante. Les informo que no soy ni maricón ni monrrrero, tampoco alcohólico ni drogadicto, mucho menos hijo de puta o descerebrado como muchos creen.
Lo que pasó en Twitter en relación a mi aparición en política, y más específicamente en el partido Progresista, tiene que ver con la forma de ser de los chilenos. Condenamos a las personas a cadenas perpetuas por los errores que cometen, y no les damos la oportunidad de reivindicarse o simplemente de seguir adelante. Acaso debo quedarme encerrado en mi casa el resto de mi vida, acaso no soy digno de poder aportar a la sociedad como a mi me parezca conveniente, acaso debo aislarme de manera constante y eterna para que los demás estén tranquilos y sientan que he desaparecido?
Todos estos años han sido los más duros de mi vida, he aguantado lo que jamás pensé que aguantaría, he tenido que escuchar como me ofenden sin poder dar la más mínima muestra de reclamo o molestia, he aguantado que hasta familiares míos no digan su apellido por temor a que los asocien con mi persona, pero eso llegó a su fin.
No seguiré pagando facturas de hace 4 años, no me haré más cargo de las piedras que tiran los excelentes ciudadanos de este país, que son todos almas purificadas y santas que tienen un tejado de cemento que los habilita para lapidar a los demás, no seguiré con este juego terrorífico de los juicios populares a la gente cuando no tienen la capacidad de defenderse, no me haré más parte de lo primitivo y simple de los análisis a los cuales soy sometido, no permitiré que nadie más me agreda por algo que he pagado con sangre, sudor y lágrimas. Yo, en mi vida cometí muchos errores, pero el más grave de todos fue haber hecho con una persona lo que están haciendo conmigo, desgraciadamente ahora estoy pagando lo que le hice a él, y él ya no está.
En este momento me libero de toda culpa, porque ya las he pagado, y seguiré adelante moleste a quien moleste, y quiero además contarles a quienes estén en contra de lo que estoy haciendo, que se van a sentir tremendamente frustrados, porque vine para quedarme. Quiero verlos en 10 años más, y ojalá que no se hayan caído, porque desgraciadamente les van a dar en el suelo, y ahí, es cuando duele el alma.
Un abrazo fraterno y humano, lleno de errores y virtudes.
martes, 18 de enero de 2011
Democracia chilena.
El cambio de gabinete que se llevó a cabo el pasado domingo, trajo consigo varias movidas políticas que afectan directamente a la voz del pueblo.
Sucede que con la llegada de Andrés Allamand al ministerio de defensa, quedó libre su cupo senatorial, el cual será tomado por quizás uno de los más conservadores políticos chilenos, Carlos Larraín, quien es presidente de Renovación Nacional, y actualmente concejal por Las Condes.
También, la ahora ministra Evelyn Matthei, dejó su cupo en el Senado, y como debe ser llenado por alguien del mismo partido político, a la gente de la UDI no se le ocurrió nada más original que sacar un diputado por Santiago, para llenar el cupo que quedó libre. Están desvistiendo un santo para vestir otro.
Fíjense bien, la ex Senadora Matthei fue electa por los votantes de La Cuarta Región de Coquimbo, y su reemplazo será el diputado Gonzalo Uriarte, quien fue elegido por votantes de algunas comunas de La Región Metropolitana. Al ministro Allamand, que fue electo senador por la región de Los Ríos y parte de la región de Los Lagos, lo reemplazará un concejal votado en Las Condes.
La moraleja que nos deja esto, es que al fin y al cabo uno siempre vota por partidos políticos, aun cuando en las elecciones nos digan que lo importante son las personas, y no los partidos de donde vengan. Mentira.
La segunda lección es que nuestra democracia de representativa no tiene casi nada, ya que los cargos de elección popular, pueden ser llenados de manera arbitraria, sin considerar la opinión de los votantes. Falta perfeccionar la democracia chilena.
Y por último, en las próximas elecciones al votar no lo haga solo por concejales y alcaldes, ni mucho menos pensando solamente en las necesidades de su comuna. Sea más visionario y piense que quizás esta votando por alguien que puede llegar a ser senador del norte de Chile o quizás diputado por algún lugar que usted ni siquiera conoce. Mire que con un poco de suerte, más la ayuda de los políticos chilenos, votamos por un concejal y tenemos senador.
Para mi esto no tiene nada de democrático. Es más, me parece una vergüenza.
Sucede que con la llegada de Andrés Allamand al ministerio de defensa, quedó libre su cupo senatorial, el cual será tomado por quizás uno de los más conservadores políticos chilenos, Carlos Larraín, quien es presidente de Renovación Nacional, y actualmente concejal por Las Condes.
También, la ahora ministra Evelyn Matthei, dejó su cupo en el Senado, y como debe ser llenado por alguien del mismo partido político, a la gente de la UDI no se le ocurrió nada más original que sacar un diputado por Santiago, para llenar el cupo que quedó libre. Están desvistiendo un santo para vestir otro.
Fíjense bien, la ex Senadora Matthei fue electa por los votantes de La Cuarta Región de Coquimbo, y su reemplazo será el diputado Gonzalo Uriarte, quien fue elegido por votantes de algunas comunas de La Región Metropolitana. Al ministro Allamand, que fue electo senador por la región de Los Ríos y parte de la región de Los Lagos, lo reemplazará un concejal votado en Las Condes.
La moraleja que nos deja esto, es que al fin y al cabo uno siempre vota por partidos políticos, aun cuando en las elecciones nos digan que lo importante son las personas, y no los partidos de donde vengan. Mentira.
La segunda lección es que nuestra democracia de representativa no tiene casi nada, ya que los cargos de elección popular, pueden ser llenados de manera arbitraria, sin considerar la opinión de los votantes. Falta perfeccionar la democracia chilena.
Y por último, en las próximas elecciones al votar no lo haga solo por concejales y alcaldes, ni mucho menos pensando solamente en las necesidades de su comuna. Sea más visionario y piense que quizás esta votando por alguien que puede llegar a ser senador del norte de Chile o quizás diputado por algún lugar que usted ni siquiera conoce. Mire que con un poco de suerte, más la ayuda de los políticos chilenos, votamos por un concejal y tenemos senador.
Para mi esto no tiene nada de democrático. Es más, me parece una vergüenza.
sábado, 15 de enero de 2011
Magallanes.
Magallanes está paralizado. Desde hace cuatro días que la ciudadanía se ha tomado las calles, hemos visto un movimiento que ha dado mucho que hablar, y que sin duda lo seguirá haciendo.
El gobierno decidió rebajar el subsidio al gas que gozan los magallánicos, lo que repercute en el alza del costo de la vida, sin tomar en cuenta la opinión de la gente de la región. La decisión fue tomada desde Santiago y considerando solo variables económicas, dejando de lado muchas otras que se debieron tomar en cuenta. Jamás se imaginaron la importancia que tenía el gas para ellos, ni mucho menos los costos políticos de dicha medida, así como tampoco ponderaron la capacidad de respuesta y unión de la gente de la región.
Se ha hablado de distintas cifras, que van desde un aumento en el valor del gas del 16% nominal, hasta cerca de un 30% real. También se mencionan volúmenes, ya que los metros cúbicos que se quieren seguir subsidiando son mucho menores que los que actualmente gozan de ese beneficio. Hemos leído y escuchado montos, que van desde los 12 hasta los 20 millones de dólares anuales, y así muchas ecuaciones más, pero que nunca superan esos niveles.
Más allá de si el subsidio se debe aplicar o no, acá hay varios temas que son importantes de mencionar. El primero, tiene relación con la poca participación de la gente de la región, en la tomas de decisiones tan importantes como esta. La ciudadanía se siente absolutamente ignorada, ya que el gobierno central tomo una decisión sin tener real noción de las necesidades de la gente. Allá el gas es clave para la subsistencia de la economía local, y por sobre todo, para la subsistencia de la gente, mucho más que en cualquier otra parte de Chile. Los gobiernos locales deben tener más poder y no ser meros representantes del gobierno central.
Otro tema importante a mi parecer, es el bajo monto de "ahorro" que se logra con esta medida. Me parece extraño que el gobierno haya hecho semejante anuncio sin ponderar las consecuencias, y si es que las ponderó, creo que debe haber algo más que la simple eliminación de un subsidio de 20 millones de dólares. No puedo creer que ante la respuesta de la ciudadanía, que implica una perdida de varios millones de dólares también, y un deterioro de la imagen de país que tanto le gusta a los empresarios, se haya mantenido dicha decisión. Creo que acá debe haber algo más, pero mucho más importante que la rebaja en el subsidio, que es bastante menor al que tiene el Transantiago, y a muchos otros que da el gobierno, ya que sería la única explicación ante una decisión tan polémica y nefasta como esta.
Creo que atrás de todo esto hay gato encerrado !!!
El gobierno decidió rebajar el subsidio al gas que gozan los magallánicos, lo que repercute en el alza del costo de la vida, sin tomar en cuenta la opinión de la gente de la región. La decisión fue tomada desde Santiago y considerando solo variables económicas, dejando de lado muchas otras que se debieron tomar en cuenta. Jamás se imaginaron la importancia que tenía el gas para ellos, ni mucho menos los costos políticos de dicha medida, así como tampoco ponderaron la capacidad de respuesta y unión de la gente de la región.
Se ha hablado de distintas cifras, que van desde un aumento en el valor del gas del 16% nominal, hasta cerca de un 30% real. También se mencionan volúmenes, ya que los metros cúbicos que se quieren seguir subsidiando son mucho menores que los que actualmente gozan de ese beneficio. Hemos leído y escuchado montos, que van desde los 12 hasta los 20 millones de dólares anuales, y así muchas ecuaciones más, pero que nunca superan esos niveles.
Más allá de si el subsidio se debe aplicar o no, acá hay varios temas que son importantes de mencionar. El primero, tiene relación con la poca participación de la gente de la región, en la tomas de decisiones tan importantes como esta. La ciudadanía se siente absolutamente ignorada, ya que el gobierno central tomo una decisión sin tener real noción de las necesidades de la gente. Allá el gas es clave para la subsistencia de la economía local, y por sobre todo, para la subsistencia de la gente, mucho más que en cualquier otra parte de Chile. Los gobiernos locales deben tener más poder y no ser meros representantes del gobierno central.
Otro tema importante a mi parecer, es el bajo monto de "ahorro" que se logra con esta medida. Me parece extraño que el gobierno haya hecho semejante anuncio sin ponderar las consecuencias, y si es que las ponderó, creo que debe haber algo más que la simple eliminación de un subsidio de 20 millones de dólares. No puedo creer que ante la respuesta de la ciudadanía, que implica una perdida de varios millones de dólares también, y un deterioro de la imagen de país que tanto le gusta a los empresarios, se haya mantenido dicha decisión. Creo que acá debe haber algo más, pero mucho más importante que la rebaja en el subsidio, que es bastante menor al que tiene el Transantiago, y a muchos otros que da el gobierno, ya que sería la única explicación ante una decisión tan polémica y nefasta como esta.
Creo que atrás de todo esto hay gato encerrado !!!
jueves, 6 de enero de 2011
Ravinet y el CPLT.
La cosa es así de simple: después del terremoto del año pasado, había que comprar un puente mecano para el río Bío Bío. Y lo compró el ministerio de defensa, pagando a una compañía dos millones de dólares más que otra alternativa que existía, la cual cumplía con los mismos requerimientos. Al fin y al cabo se pagó un sobre precio por el mismo puente.
Ante eso, la empresa perjudicada presentó un requerimiento para saber cuáles fueron las variables que inclinaron la compra en favor de su competencia, aun cuando esta última era de mayor valor. No hubo respuesta. Luego la empresa descartada para la compra, presentó el mismo requerimiento ante el CPLT (consejo para la transparencia) y se le pidió al ministro de defensa Jaime Ravinet, que explicara el porqué de dicha decisión.
Acá empieza lo bueno. Ravinet dijo que esa compra se llevó a cabo bajo ley reservada del cobre, por lo que no podía señalar ni dar información al Consejo, ya que estaba involucrada la seguridad nacional. Frente a esas declaraciones el consejo le replicó, que cómo podía ser que estuviera involucrada la seguridad nacional en la compra de un puente de uso público y para civiles, cuando además los pilares de dicho puente eran construidos por civiles también. Al final el consejo le pidió a Ravinet, en virtud de la ley que los faculta, que informara ante ellos los criterios tomados en cuenta en dicha compra.
Acá viene lo malo. Ravinet presentó un documento ante el CPLT que en uno de sus parrafos dice lo siguiente:
“A futuro las Fuerzas Armadas serán renuentes a prestar colaboración a las autoridades civiles ante catástrofes de la naturaleza, al verse obligadas a exhibir su material de guerra o equipamiento militar para acudir a prestar auxilio a la población civil, sean forma transitoria o permanente, como su Consejo lo está haciendo con los puentes mecanos”.
A mi personalmente esto me parece francamente inaceptable, ya que lo que se está diciendo con esto es que los militares pueden llegar a negarse, o dificultar alguna decisión de ayuda a los civiles cuándo la necesitemos, o incluso algo mas.
Los militares son subordinados al poder civil, así lo establece la constitución, y además son obedientes y NO deliberantes, por lo que cualquier decisión tomada por la autoridad civil, no puede ser objetada ni puesta en duda por parte de las Fuerzas Armadas. Y esto, el ministro de defensa lo debe tener más claro que nadie, sin embargo con estas manifestaciones ante el CPLT, queda claro que Ravinet esta ensuciando la imagen de esa institución, que ha luchado mucho por recuperar el lugar que le corresponde, ya que insinúa que ante una decisión tomada por el poder civil, la institución podría evaluar dicho requerimiento.
Flaco favor le hizo Ravinet a las Fuerzas Armadas.
Ante eso, la empresa perjudicada presentó un requerimiento para saber cuáles fueron las variables que inclinaron la compra en favor de su competencia, aun cuando esta última era de mayor valor. No hubo respuesta. Luego la empresa descartada para la compra, presentó el mismo requerimiento ante el CPLT (consejo para la transparencia) y se le pidió al ministro de defensa Jaime Ravinet, que explicara el porqué de dicha decisión.
Acá empieza lo bueno. Ravinet dijo que esa compra se llevó a cabo bajo ley reservada del cobre, por lo que no podía señalar ni dar información al Consejo, ya que estaba involucrada la seguridad nacional. Frente a esas declaraciones el consejo le replicó, que cómo podía ser que estuviera involucrada la seguridad nacional en la compra de un puente de uso público y para civiles, cuando además los pilares de dicho puente eran construidos por civiles también. Al final el consejo le pidió a Ravinet, en virtud de la ley que los faculta, que informara ante ellos los criterios tomados en cuenta en dicha compra.
Acá viene lo malo. Ravinet presentó un documento ante el CPLT que en uno de sus parrafos dice lo siguiente:
“A futuro las Fuerzas Armadas serán renuentes a prestar colaboración a las autoridades civiles ante catástrofes de la naturaleza, al verse obligadas a exhibir su material de guerra o equipamiento militar para acudir a prestar auxilio a la población civil, sean forma transitoria o permanente, como su Consejo lo está haciendo con los puentes mecanos”.
A mi personalmente esto me parece francamente inaceptable, ya que lo que se está diciendo con esto es que los militares pueden llegar a negarse, o dificultar alguna decisión de ayuda a los civiles cuándo la necesitemos, o incluso algo mas.
Los militares son subordinados al poder civil, así lo establece la constitución, y además son obedientes y NO deliberantes, por lo que cualquier decisión tomada por la autoridad civil, no puede ser objetada ni puesta en duda por parte de las Fuerzas Armadas. Y esto, el ministro de defensa lo debe tener más claro que nadie, sin embargo con estas manifestaciones ante el CPLT, queda claro que Ravinet esta ensuciando la imagen de esa institución, que ha luchado mucho por recuperar el lugar que le corresponde, ya que insinúa que ante una decisión tomada por el poder civil, la institución podría evaluar dicho requerimiento.
Flaco favor le hizo Ravinet a las Fuerzas Armadas.
sábado, 1 de enero de 2011
El PRO y la Concertación.
El año pasado hubo un divorcio, un divorcio entre muchos electores y la Concertación. Aun cuando esa relación ya venía rota de antes, la candidatura de Marco Enríquez-Ominami hizo que quedara demostrado, a través de la manifestación más sublime que se da entre los electores y una coalición política, que es una votación, que ese matrimonio se había roto.
Dicho matrimonio se rompió por muchas razones, las cuales son tantas como electores hay, ya que cada uno de ellos, puede tener una o más razones diferentes para haber dejado de votar por la "coalición de fin de siglo". Sin embargo, algo que nadie puede dejar de ver, es que la gente fue quien dejo a la Concertación y no al revés. Nosotros, los electores, fuimos quienes dejamos de votar por ellos, nosotros fuimos quienes nos aburrimos de ciertas prácticas que ellos tenían como habituales, que a muchos ya no nos gustaban, y que todavía se mantienen. Nosotros, a ese matrimonio le dimos muchas oportunidades, le creímos muchas veces, sin embargo, cuando apareció una candidatura que nos representó, dimos por finalizada dicha relación. Lo repito, nosotros dejamos a la Concertación, y no al revés. Lo anterior lo recalco, porque muchas veces escucho en el discurso del PRO, demasiadas críticas a la "Concerta", quizás muchas más de las que nos gustaría escuchar, ya que siento que a veces estamos más preocupados de lo que hacen ellos, en vez de lo que hacemos nosotros.
Parece que se nos olvidó que NOSOTROS fuimos quienes dejamos a la Concertación, nosotros decidimos dar por terminada esa relación, sin embargo, pasamos tanto tiempo pensando en ellos, que a veces siento que casi pareciera que estamos arrepentidos. Nos estamos comportando como si ellos nos hubieran dejado, estamos como dolidos, como despechados, con rabia por lo que nos hicieron, y pidiéndoles que hagan lo que nosotros esperamos, como si una vez hecho eso, fuéramos a volver a estar juntos.
Sabemos por qué queremos una nueva manera de hacer política, lo sabemos internamente desde antes que cualquier encuesta o estudio, lo sabemos porque lo sentimos, lo supimos primero que nadie, y después de eso, alguien se dio cuenta, el divorcio nació de nosotros.
Cuando uno termina una relación en paz, deja que la otra parte tome su camino, sin rencores, sin rabias, sin exigencias, deseándoles lo mejor, y esperando que no se vuelvan a comportar de esa manera. Sin embargo no es tarea de nosotros, como ex, hacerles saber esas cosas, ya que es necesario un tiempo para darse cuenta de las cosas que hicieron mal, sin presiones, ya que sino, solo se vuelven a cometer los mismo errores.
Cuando una relación se acaba como pasó entre los electores y la "Concertación", los primeros no quieren seguir hablando de ella, ya que es etapa superada, y en la mayoría de los casos, las segundas partes nunca funcionan.
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