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viernes, 12 de agosto de 2011
Recambio. Reforma. Revolución.
Desde mi humilde opinión, la cual sin duda puede ser desechada por quien lea esto, ya que no pretendo convencer a nadie, la política chilena necesita tres grandes cambios.
El primero dice relación con un Recambio de la clase política. Y me refiero a las personas que hoy en día están incrustadas en las cúpulas de poder, tanto del Estado como de los partidos políticos. Todos sabemos quienes son los responsables del estado actual de la educación en Chile, que no es más que otra manifestación de las grandes desigualdades que existen en nuestro país, y es tiempo que ellos y ellas se hagan a un lado para que entre el Recambio. Si seguimos desprestigiando a la política como actividad, solo lograremos que los jóvenes jamás estén interesados en participar, ya que se sienten absolutamente desilusionados y desesperanzados, porque hasta ahora no se les ha escuchado ni tomados en cuenta de manera real. Propongo darles las gracias a los políticos de ayer por todo lo que han hecho, sin dejar de reconocer los grandes aportes que muchos de ellos han llevado a cabo, pero creo que es hora de invitarlos a descansar, a que sean espectadores privilegiados de lo que será, y que pudo ser hecho por ellos, pero no se atrevieron. Gracias, pero debe haber un cambio en el equipo.
Una vez hecho el Recambio de la clase política, viene la Reforma estructural al sistema político. Desde adentro se deben modificar las maneras de hacer la cosas, de cara a la gente, con participación real y oportuna de la gente, y no sólo a través de ésta democracia representativa que en muchos casos no es tal. Basta de un sistema binominal que sólo asegura que el poder se mantenga entre dos grandes coaliciones, eliminando casi de manera absoluta la participación parlamentaria de otros actores. Basta de parlamentarios de reemplazo designados por los partidos. No mas designaciones de intendentes y gobernadores desde el poder central. Queremos concejos regionales representativos y ojalá también elegidos por cada región. Queremos mayor participación ciudadana en las comunas, para que los vecinos no sean meros espectadores de las decisiones tomadas por los consejos comunales. Propongamos un máximo de reelección para los cargos de alcaldes y concejales, y que dicho máximo no sea de un cuarto de siglo.
Luego llega el momento de darse cuenta que lo único que nos hará ser un país más justo, es ser capaces de entender que todos tenemos los mismos derechos. Una Revolución Progresista comprende que eso es así. El matrimonio es un derecho de todos, y no solo de heterosexuales. Lo mismo ocurre con la educación, la salud, la seguridad, la cual no es igualmente defendida en todos lados. Comprender que el derecho a la vida es siempre más importante que el derecho a la propiedad. No puede ser que en este país muchas veces se persiga más a ladrones que a quienes atentan contra la integridad y vida de las personas. Se debe regular de una vez por todas el aborto en Chile, y no hacernos cargo de ideologías y creencias religiosas que no todos profesan. Luchar contra la privatización de bienes estratégicos como el agua ya que es propiedad de todos. Hasta cuándo vamos a seguir escuchando frases como "es que siempre ha sido así". Rebelarse antes eso. Si siempre fue así ahora dejará de serlo. Basta de creer que la única manera de hacer las cosas es como se han hecho hasta ahora, ya que eso sólo nos entrampa en un estado sin posibilidad de evolución como sociedad. Es deber nuestro estar atento a los derechos y deberes que con el paso del tiempo las personas van adquiriendo. Lo que ahora nos parece adecuado y vanguardista no tiene porque serlo en diez años más, quizás mañana mismo ya sea anticuado y retrogrado. Fuera el miedo al cambio y la evolución, porque el hecho de que algunos empiecen a ser considerados ante la ley como iguales, sólo nos hace más dignos a todos. Debemos reivindicar los derechos de los pueblos originarios, dejando de lado los típicos prejuicios existentes. Ante la ley todos somos iguales, pero también debemos tomar en consideración que siempre hay minorías que pueden ser discriminadas positivamente.
Es hora de empezar a distribuir la riqueza de una manera más justa, ya que esa es la base de la desigualdad en nuestro país. Quien tiene más dinero se educa, alimenta, entretiene y desarrolla de mejor manera que quien no lo tiene, y de la salud ni hablar. Es hora que creamos y exijamos que las leyes y las políticas públicas deben ser hechas considerando a la gente, y no pensando sólo en algunos grupos en los que se concentra la riqueza. Seamos capaces de despertar y admitamos que la educación sí puede ser gratuita, que la salud sí puede mejorar en lo que se refiere a lo público, que no es necesario que muera gente de frío en Chile ni mucho menos esperando en una sala de hospital. Sí, se puede llevar a cabo una reforma tributaria, pero depende de quienes han sido elegidos para dirigir nuestro país. No permitamos que siempre se nos hable de ingreso per cápita o de producto interno bruto para decir que estamos en buen camino, Chile no está bien por el simple hecho de tener una economía estable y creciente, ya que estable no habla de igualdad, solo habla de que siempre son los mismos los que se llevan la mayor parte de la riqueza, eso más que estable, es una constante. Deje de creer que estamos de la mejor manera posible que podríamos estar, porque es no es así. Podemos mejorar pero debemos empezar por hacernos responsables como sociedad, no permitir que las mujeres tengan planes de Isapres más caros que los de un hombre, eso es absurdo, acaso no todos nacemos de una de ellas. Esos costos debemos asumirlos como sociedad en su conjunto y no solo endosarlo a la mujer. Cómo puede ser que el tema del postnatal sea solo visualizado como una lucha femenina, acaso no somos todos responsables de nuestros hijos. Los problemas de los demás chilenos también son nuestros problemas, dejemos de actuar y reaccionar sólo cuando pasan por delante de nosotros, entendamos que sí es justo luchar por la reivindicación de derechos, pero no lo es cuando quieres impedir que alguien los obtenga.
Nosotros debemos hacernos cargo de lo que pasa en nuestro país, que es de todos y no de unos pocos, y entender de una vez por todas que hay que meterse en el sistema político para poder cambiarlos desde adentro. Chile necesita jóvenes manejando los destinos del país, ya que a los antiguos líderes no les podemos pedir más, son el fruto de una sociedad dividida y no son capaces de logar el cambio que necesitamos.
Yo quiero una sociedad mas justa, inclusiva, respetuosa y tolerante, pero por sobre todas las cosas, quiero una sociedad más humana.
Quiero Recambio, Reforma y Revolución.
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Me sumo a tus solicitudes, apoyo el recambio, la reforma y revisaría la forma de la revolución.
ResponderEliminarCoincido totalmente contigo. Sin embargo, mientras no solucionemos un problema de transfondo que, a mi parecer, trasciende lo político y toca casi un tema de esencia del ser humano: el engolosinamiento y autoendulzamiento de actitudes en la vida. Con eso me refiero a que desde el supervisor de una empresa chica hasta los senadores, presidente, en cada pequeña opción de poder que existe a la mano de alguien, sea tanto a nivel práctico como de pensamiento, tiendes a ver tu visión como la única válida y casi mesiánica para mantener el equilibrio y cierta calma, obteniendo con ello un mejor posicionamiento y beneficios no sólo a nivel de lucas como pasa con los del poder macro, sino que aunque sea con palabras, uno se siente más poderoso y tomado en cuenta por el resto como el eje articulador de un cierto grupo o red determinada... y a medida que pasan las cosas y se sostienen así los sistemas, vas comprándote la idea de que eres el único con la verdad, que tu pensamiento es el correcto y nadie lo va a saber llevar a cabo como tú... Un poco enredado quizás decirlo así, el tema da para una conversación de horas.
ResponderEliminarUn saludo Gonzalo, y espero poder seguir leyendo tu blog, tanto lo que expresas como opinión y tus cuentos, bastante interesante...
Excelente blog Gonzalo, aquí está escrito nuestra realidad sin solución. Primera vez que me dedico a leer tu blog, realmente muy interesante.
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