viernes, 21 de enero de 2011

Gonzalo Egas

Durante esta semana he aparecido en dos programas de farándula, pero en relación a algo absolutamente distinto a eso, me han mencionado en política.
En primer lugar quiero aclarar que no es mi intención molestar a nadie ni mucho menos ofenderlos, sin embargo les comunico que sí, me gusta mucho lo nuevo que estoy haciendo, y no voy a dejar de hacerlo solo porque a la gente le parezca que está mal. Tengo claro que en mi vida he cometido errores, de los cuales me arrepiento, pero también sé que esos errores se pagan una sola vez. No me voy a echar a morir, cosa que ya hice por mucho tiempo, porque me di cuenta que tengo derecho como todos ustedes a poder seguir adelante. 
Algo que es fundamental en la vida de un ser humano es el poder de reflexión, cosa que creo que muchos de los opinantes no tienen, y esa capacidad en mi vida ha tomado cada día un espacio más importante. Les informo que no soy ni maricón ni monrrrero, tampoco alcohólico ni drogadicto, mucho menos hijo de puta o descerebrado como muchos creen. 
Lo que pasó en Twitter en relación a mi aparición en política, y más específicamente en el partido Progresista, tiene que ver con la forma de ser de los chilenos. Condenamos a las personas a cadenas perpetuas por los errores que cometen, y no les damos la oportunidad de reivindicarse o simplemente de seguir adelante. Acaso debo quedarme encerrado en mi casa el resto de mi vida, acaso no soy digno de poder aportar a la sociedad como a mi me parezca conveniente, acaso debo aislarme de manera constante y eterna para que los demás estén tranquilos y sientan que he desaparecido? 
Todos estos años han sido los más duros de mi vida, he aguantado lo que jamás pensé que aguantaría, he tenido que escuchar como me ofenden sin poder dar la más mínima muestra de reclamo o molestia, he aguantado que hasta familiares míos no digan su apellido por temor a que los asocien con mi persona, pero eso llegó a su fin.
No seguiré pagando facturas de hace 4 años, no me haré más cargo de las piedras que tiran los excelentes ciudadanos de este país, que son todos almas purificadas y santas que tienen un tejado de cemento que los habilita para lapidar a los demás, no seguiré con este juego terrorífico de los juicios populares a la gente cuando no tienen la capacidad de defenderse, no me haré más parte de lo primitivo y simple de los análisis a los cuales soy sometido, no permitiré que nadie más me agreda por algo que he pagado con sangre, sudor y lágrimas. Yo, en mi vida cometí muchos errores, pero el más grave de todos fue haber hecho con una persona lo que están haciendo conmigo, desgraciadamente ahora estoy pagando lo que le hice a él, y él ya no está. 
En este momento me libero de toda culpa, porque ya las he pagado, y seguiré adelante moleste a quien moleste, y quiero además contarles a quienes estén en contra de lo que estoy haciendo, que se van a sentir tremendamente frustrados, porque vine para quedarme. Quiero verlos en 10 años más, y ojalá que no se hayan caído, porque desgraciadamente les van a dar en el suelo, y ahí, es cuando duele el alma.
Un abrazo fraterno y humano, lleno de errores y virtudes.

martes, 18 de enero de 2011

Democracia chilena.

El cambio de gabinete que se llevó a cabo el pasado domingo, trajo consigo varias movidas políticas que afectan directamente a la voz del pueblo.
Sucede que con la llegada de Andrés Allamand al ministerio de defensa, quedó libre su cupo senatorial, el cual será tomado por quizás uno de los más conservadores políticos chilenos, Carlos Larraín, quien es presidente de Renovación Nacional, y actualmente concejal por Las Condes.
También, la ahora ministra Evelyn Matthei, dejó su cupo en el Senado, y como debe ser llenado por alguien del mismo partido político, a la gente de la UDI no se le ocurrió nada más original que sacar un diputado por Santiago, para llenar el cupo que quedó libre. Están desvistiendo un santo para vestir otro.
Fíjense bien, la ex Senadora Matthei fue electa por los votantes de La Cuarta Región de Coquimbo, y su reemplazo será el diputado Gonzalo Uriarte, quien fue elegido por votantes de algunas comunas de La Región Metropolitana. Al ministro Allamand, que fue electo senador por la región de Los Ríos y parte de la región de Los Lagos, lo reemplazará un concejal votado en Las Condes.
La moraleja que nos deja esto, es que al fin y al cabo uno siempre vota por partidos políticos, aun cuando en las elecciones nos digan que lo importante son las personas, y no los partidos de donde vengan. Mentira.
La segunda lección es que nuestra democracia de representativa no tiene casi nada, ya que los cargos de elección popular, pueden ser llenados de manera arbitraria, sin considerar la opinión de los votantes. Falta perfeccionar la democracia chilena.
Y por último, en las próximas elecciones al votar no lo haga solo por concejales y alcaldes, ni mucho menos pensando solamente en las necesidades de su comuna. Sea más visionario y piense que quizás esta votando por alguien que puede llegar a ser senador del norte de Chile o quizás diputado por algún lugar que usted ni siquiera conoce. Mire que con un poco de suerte, más la ayuda de los políticos chilenos, votamos por un concejal y tenemos senador.
Para mi esto no tiene nada de democrático. Es más, me parece una vergüenza.

sábado, 15 de enero de 2011

Magallanes.

Magallanes está paralizado. Desde hace cuatro días que la ciudadanía se ha tomado las calles,  hemos visto un movimiento que ha dado mucho que hablar, y que sin duda lo seguirá haciendo.
El gobierno decidió rebajar el subsidio al gas que gozan los magallánicos, lo que repercute en el alza del costo de la vida, sin tomar en cuenta la opinión de la gente de la región. La decisión fue tomada desde Santiago y considerando solo variables económicas, dejando de lado muchas otras que se debieron tomar en cuenta. Jamás se imaginaron la importancia que tenía el gas para ellos, ni mucho menos los costos políticos de dicha medida, así como tampoco ponderaron la capacidad de respuesta y unión de la gente de la región.
Se ha hablado de distintas cifras, que van desde un aumento en el valor del gas del 16% nominal, hasta cerca de un 30% real. También se mencionan volúmenes, ya que los metros cúbicos que se quieren seguir subsidiando son mucho menores que los que actualmente gozan de ese beneficio. Hemos leído y escuchado montos, que van desde los 12 hasta los 20 millones de dólares anuales, y así muchas ecuaciones más, pero que nunca superan esos niveles.
Más allá de si el subsidio se debe aplicar o no, acá hay varios temas que son importantes de mencionar. El primero, tiene relación con la poca participación de la gente de la región, en la tomas de decisiones tan importantes como esta. La ciudadanía se siente absolutamente ignorada, ya que el gobierno central tomo una decisión sin tener real noción de las necesidades de la gente. Allá el gas es clave para la subsistencia de la economía local, y por sobre todo, para la subsistencia de la gente, mucho más que en cualquier otra parte de Chile. Los gobiernos locales deben tener más poder y no ser meros representantes del gobierno central.
Otro tema importante a mi parecer, es el bajo monto de "ahorro" que se logra con esta medida. Me parece extraño que el gobierno haya hecho semejante anuncio sin ponderar las consecuencias, y si es que las ponderó, creo que debe haber algo más que la simple eliminación de un subsidio de 20 millones de dólares. No puedo creer que ante la respuesta de la ciudadanía, que implica una perdida de varios millones de dólares también, y un deterioro de la imagen de país que tanto le gusta a los empresarios, se haya mantenido dicha decisión. Creo que acá debe haber algo más, pero mucho más importante que la rebaja en el subsidio, que es bastante menor al que tiene el Transantiago, y a muchos otros que da el gobierno, ya que sería la única explicación ante una decisión tan polémica y nefasta como esta.
Creo que atrás de todo esto hay gato encerrado !!!

jueves, 6 de enero de 2011

Ravinet y el CPLT.

La cosa es así de simple: después del terremoto del año pasado, había que comprar un puente mecano para el río Bío Bío. Y lo compró el ministerio de defensa, pagando a una compañía dos millones de dólares más que otra alternativa que existía, la cual cumplía con los mismos requerimientos. Al fin y al cabo se pagó un sobre precio por el mismo puente.
Ante eso, la empresa perjudicada presentó un requerimiento para saber cuáles fueron las variables que inclinaron la compra en favor de su competencia, aun cuando esta última era de mayor valor. No hubo respuesta. Luego la empresa descartada para la compra, presentó el mismo requerimiento ante el CPLT (consejo para la transparencia) y se le pidió al ministro de defensa Jaime Ravinet,  que explicara el porqué de dicha decisión.
Acá empieza lo bueno. Ravinet dijo que esa compra se llevó a cabo bajo ley reservada del cobre, por lo que no podía señalar ni dar información al Consejo, ya que estaba involucrada la seguridad nacional. Frente a esas declaraciones el consejo le replicó, que cómo podía ser que estuviera involucrada la seguridad nacional en la compra de un puente de uso público y para civiles, cuando además los pilares de dicho puente eran construidos por civiles también. Al final el consejo le pidió a Ravinet, en virtud de la ley que los faculta, que informara ante ellos los criterios tomados en cuenta en dicha compra.
Acá viene lo malo. Ravinet presentó un documento ante el CPLT que en uno de sus parrafos dice lo siguiente:
“A futuro las Fuerzas Armadas serán renuentes a prestar colaboración a las autoridades civiles ante catástrofes de la naturaleza, al verse obligadas a exhibir su material de guerra o equipamiento militar para acudir a prestar auxilio a la población civil, sean forma transitoria o permanente, como su Consejo lo está haciendo con los puentes mecanos”.
A mi personalmente esto me parece francamente inaceptable, ya que lo que se está diciendo con esto es que los militares pueden llegar a negarse, o dificultar alguna decisión de ayuda a los civiles cuándo la necesitemos, o incluso algo mas. 
Los militares son subordinados al poder civil, así lo establece la constitución, y además son obedientes y NO deliberantes, por lo que cualquier decisión tomada por la autoridad civil, no puede ser objetada ni puesta en duda por parte de las Fuerzas Armadas. Y esto, el ministro de defensa lo debe tener más claro que nadie, sin embargo con estas manifestaciones ante el CPLT, queda claro que Ravinet esta ensuciando la imagen de esa institución, que ha luchado mucho por recuperar el lugar que le corresponde, ya que insinúa que ante una decisión tomada por el poder civil, la institución podría evaluar dicho requerimiento. 
Flaco favor le hizo Ravinet a las Fuerzas Armadas.

sábado, 1 de enero de 2011

El PRO y la Concertación.

El año pasado hubo un divorcio, un divorcio entre muchos electores y la Concertación. Aun cuando esa relación ya venía rota de antes, la candidatura de Marco Enríquez-Ominami hizo que quedara demostrado, a través de la manifestación más sublime que se da entre los electores y una coalición política, que es una votación, que ese matrimonio se había roto.
Dicho matrimonio se rompió por muchas razones, las cuales son tantas como electores hay, ya que cada uno de ellos, puede tener una o más razones diferentes para haber dejado de votar por la "coalición de fin de siglo". Sin embargo, algo que nadie puede dejar de ver, es que la gente fue quien dejo a la Concertación y no al revés. Nosotros, los electores, fuimos quienes dejamos de votar por ellos, nosotros fuimos quienes nos aburrimos de ciertas prácticas que ellos tenían como habituales, que a muchos ya no nos gustaban, y que todavía se mantienen. Nosotros, a ese matrimonio le dimos muchas oportunidades, le creímos muchas veces, sin embargo, cuando apareció una candidatura que nos representó, dimos por finalizada dicha relación. Lo repito, nosotros dejamos a la Concertación, y no al revés. Lo anterior lo recalco, porque muchas veces escucho en el discurso del PRO, demasiadas críticas a la "Concerta", quizás muchas más de las que nos gustaría escuchar, ya que siento que a veces estamos más preocupados de lo que hacen ellos, en vez de lo que hacemos nosotros.
Parece que se nos olvidó que NOSOTROS fuimos quienes dejamos a la Concertación, nosotros decidimos dar por terminada esa relación, sin embargo, pasamos tanto tiempo pensando en ellos, que a veces siento que casi pareciera que estamos arrepentidos. Nos estamos comportando como si ellos nos hubieran dejado, estamos como dolidos, como despechados, con rabia por lo que nos hicieron, y pidiéndoles que hagan lo que nosotros esperamos, como si una vez hecho eso, fuéramos a volver a estar juntos. 
Sabemos por qué queremos una nueva manera de hacer política, lo sabemos internamente desde antes que cualquier encuesta o estudio, lo sabemos porque lo sentimos, lo supimos primero que nadie, y después de eso, alguien se dio cuenta, el divorcio nació de nosotros.
Cuando uno termina una relación en paz, deja que la otra parte tome su camino, sin rencores, sin rabias, sin exigencias, deseándoles lo mejor, y esperando que no se vuelvan a comportar de esa manera. Sin embargo no es tarea de nosotros, como ex, hacerles saber esas cosas, ya que es necesario un tiempo para darse cuenta de las cosas que hicieron mal, sin presiones, ya que sino, solo se vuelven a cometer los mismo errores. 
Cuando una relación se acaba como pasó entre los electores y la "Concertación", los primeros no quieren seguir hablando de ella, ya que es etapa superada, y en la mayoría de los casos, las segundas partes nunca funcionan.