viernes, 10 de febrero de 2012

Entre Chiapas y Durango.

Lo primero que hizo al bajarse del avión fue tomar una gran bocanada de aire. Sintió ahogarse y todo su cuerpo se humedeció producto de la alta temperatura que había en el lugar. Su ojos distinguían un pequeño aeropuerto enfrente, y a sus pies la escalera que lo llevaría a tocar el suelo del lugar donde vería cosas que hasta ese día ni siquiera había imaginado.
Apenas llegó a casa dejó las cosas tiradas en la que sería su pieza, la cual iba a compartir con uno de sus hermanos hombres, y salió a la calle que en esos años era de tierra y que en su recuerdo aun sigue siéndolo. En un instante y a pasos de la entrada de la casa vio una mariposa enorme y volando, de mucho colores y con alas tan grandes como las de un pequeño pájaro de su Chile reciente pero ya lejano. Las alas eran del mismo tamaño pero los colores eran totalmente distintos, las alas del pájaro eran tan grises como el país en que él había vivido hasta hace unas horas, y las de la mariposa tan variados y chillones como el propio mundo donde ahora estaba. Simplemente no podía creer lo que estaba viendo y viviendo.
De vuelta en la casa y contada la anécdota de la mariposa a los tres hermanos, que en rigor eran dos hermanos y una hermana, empezó a descubrir que las ventanas tenían una malla, que hasta ese minuto no sabía para qué eran, también había un ventilador y las camas no eran tales, más bien eran colchones tirados en el piso de baldosas heladas, que para el clima del lugar eran ideales por la alta temperatura reinante. Las sillas del comedor eran en su base, porque no tenían patas sino base, una especie de tejido de algún tipo de madera que se parecía al tocino, tanto en su forma como en sus colores, ya que eran lonjas de color café en las orillas y algo así como blanco o crema en el medio. Estaban cruzadas en forma de equis y por sobre ellas estaba el respaldo que era circular y de cuero. El olor de esas sillas le producía una tranquilidad y felicidad tremenda. Él piensa que a sus hermanos también.
No lograba entender como en un lugar tan seco había árboles con flores tan rojas y frutos así de grandes, de colores fuertes y deliciosos. Era cosa ir a la casa de un vecino para ver un árbol que estaba lleno de mangos, algunos maduros y otros no tanto, a la vuelta de la esquina una casa de reja blanca tenía unas papayas que eran parecidas a las de su país pero mucho más grandes, y también hay que decirlo, bastante más desabridas aquéllas.
Las hormigas fueron otro descubrimiento ya que no eran las típicas hormigas negras que él conocía, eran grandes, de dos colores y cuando picaban era como si te hubieras quemado con la cabeza de un fósforo que se quedo pegado en tu dedo al encenderlo. Todo era nuevo, todo era descubrimiento, todo era felicidad o por lo menos parecía serlo.
La casa era de techo plano y sólido, sin tejas y se podía caminar en él sin problemas. Como ahí no llovía los techos de las casas no necesitaban tener aguas, mucho menos canaletas, o por lo menos él no les prestó atención. Para ducharse no era necesario prender al agua caliente, porque se entibiaba de manera natural por el calor que había y hasta se empañaba el espejo por la evaporación. A veces tenían que salir a media noche a mojarse con la manguera porque no estaban acostumbrados a esas temperaturas en su Chile cada día menos recordado.
En el jardín, justo en la ventana del comedor había una buganvilia grande como él jamás había visto y florida como pocas. Era hermosa. La puerta de entrada y la reja estaban unidas por un camino de cemento rojo de unos cuatro o cinco metros, el cual estaba rodeado de algo de pasto y otras plantas y otros árboles. Era un jardín pequeño el de adelante, no así el de atrás, donde cabía una mesa grande. Algunas veces comimos y jugamos y reímos y nos mojamos ahí. Otras veces no.
Había alfombras que no eran alfombras pero que hacían las veces de éstas, algo así como lo que sucedía con las camas. Dichas alfombras estaban rodeadas de cojines, grandes y negros y rayados rojos y amarillos.
La sala y el comedor eran uno sólo y no había puerta que los separara de la cocina, o por lo menos así lo recuerda. El refrigerador junto con un ventilador hacían las veces de aire acondicionado, ya que al dejar la puerta abierta y apuntar el aire dentro, todos creíamos que salía más helado.Una locura.
Así vivíamos, entre el calor y el olor a cuero, entre la despreocupación de los sofas-cojines y del refri-ventilador, entre la felicidad y lo inminente de su término, vivíamos como todos quieren, pero también como nadie puede sostener.
La casa quedaba entre las calles Chiapas y Durango, pero no se acuerda de la calle misma, ni del número, pero si de los momento vividos en ella como si fuera ayer el día que está recordando.  
Él espera que sus hermanos recuerden esa casa así. Yo, espero lo mismo.

5 comentarios:

  1. BUENISIMO ESTÁ CONTADO EN TERCERA PERSONA SEGÚN ME DI CUENTA LO LEI DOS VECES PORQUE ALGUNAS VECES HABIAN DETALLES DE LOS CUALES ME HACIAN PENSAR QUE TE AISLABAS DE LA HISTORIAESTA BUENISIMO!! SALUDOS

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  2. APARTE DE COMPARTIR TU BLOG Y TU HISTORIA TE DEJO ALGO PARA QUE LEAS:

    HARTA DE SER PARTE DEL SÉQUITO TRISTE DE LOS QUE SE QUEJAN Y SE QUEDAN AHÍ,ME PROPUSE INTENTAR HACER LAS COSAS POR LAS QUE ME QUEJABA PARA VER SI EN EFECTO ERAN TAN SIMPLES COMO LAS PENSABA. NO SE TRATA DE UN AJUSTE DE CUENTAS NI DE UNA CÁTEDRA DE NADA,ES SÓLO ESE AFAN CARENTE DE MATÁFORAS Y ESTRUCTURAS QUE ME LLEVAN AL LUGAR QUE PRETENDÍA QUE FUERA CÁLIDO,COMO MI PRIMER CASA UTERINA DONDE NO ME FALTABA NADA Y SOLO DEPENDÍA DE LÁS GRANDE AMOR DE MI VIDA.TENGO LAS ZAPATILLAS QUE ME GUSTAN Y LAS USO PORQUE ME GUSTAN Y ME VAN CÓMODAS,NO PORQUE LAS NESECITO PARA PERTENECER A NINGUN GRUPO. TENGO LAS CANCIONES QUE SOÑÉ Y EL CAMINO QUE LES TOCA LO CUIDARÉ PORQUE NUNCA FUERON TAN MÍAS COMO LO SON AHORA.. RECONSTRUYO LOS SUEÑOS ROTOS Y LOS ARMOS A MI ANTOJO PARA FORMAR FIGURAS QUE SE VEAN BIEN EN LA ESTANTERIA DE MI VIDA.
    SANGRO DE CONTENTA,MUERO DE FELICIDAD Y VIVO DE AGONÍA ESPERANDO EL FUTURO INCIERTO QUE NOS DEPARA.ASÍ SON LAS COSAS DE LA LIBERTAD.ASÍ ES DESPERTAR CADA DIA LOCA DE REMATE POR CULPA DE UNA RÁFAGA DE CORDURA QUE ME SOMETIÓ EL RIESGO HERMOSO DE LO INCIERTO.

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  4. Para qué difundir algo que por su naturaleza se expande. Te quiero siempre.

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  5. Leí la mayoría de tus columnas, y debo decir que quede bastante sorprendida. Son muy buenas e interesantes. Jamas pensé que Egas, tuviera algo que decir, y que se tomara la libertad de expresarlo sin miedo.
    Felicidades por ser partes del grupo de personas, que dicen las cosas tal y como las piensan, sin importar el que dirán y las consecuencias.

    Beso y abrazo gigante

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